Esta publicação também está disponível em: Português Español
Los pacientes con diversas causas de miocardiopatía pueden, frecuentemente, evolucionar con bloqueo de rama izquierda (BRI). En esta situación, el BRI es consecuencia de la miocardiopatía. Pero, ¿y lo opuesto, es posible? Es decir, individuos sin ninguna miocardiopatía, que presentan sólo un BRI, y éste, por sí solo, lleva a la disfunción ventricular izquierda.
Hace mas de una década se sabe que un BRI puede causar disincronía intraventricular e interventricular – del ventrículo derecho (VD) en relación al ventrículo izquierdo (VE). En otras palabras, el VD generalmente se contrae varios milisegundos antes del VI, lo que causa pérdida progresiva de la función ventricular. Muchas miocardiopatías, en etapas avanzadas lesionan la rama izquierda y el BRI aparece como consecuencia de la enfermedad muscular, empeorando aún más el pronóstico del paciente.
Pero este post se refiere a una situación que es exactamente inversa a la descrita anteriormente. Pacientes sin ninguna enfermedad miocárdica, que acaban evolucionando con BRI, y éste, a su vez, lleva a la disfunción ventricular izquierda por la disincronía producida. Hay al menos dos situaciones en la práctica clínica en que esto ocurre:
- Después del implante de TAVI (transcatheter aortic valve replacement). En esta situación hay un BRI que se instala agudamente por la manipulación en el anillo mitro aórtico.
- Cuando hay degeneración / calcificación del sistema de conducción (enfermedad de Lev-Lenegre). En esta segunda situación hay una instalación del BRI de forma más crónica. Estos individuos, cuando acompañados prospectivamente pueden evolucionar con progresiva disfunción ventricular, que mejora después del implante de un resincronizador cardíaco, que corrige la disincronía causada por el bloqueo.
A este fenómeno se le da el nombre de miocardiopatía inducida por el BRI. Vaillant y cols. Publicaron en el 2013, un estudio que demostró una mejora significativa de la fracción de eyección del VI, reducción de los diámetros del VI y de la duración del complejo QRS tras la terapia de resincronización cardíaca (TRC) en estos pacientes.
Consejo: siempre que tenga un paciente con disfunción ventricular izquierda y BRE, que tras una extensa investigación no presente una causa para su miocardiopatía, piense en la posibilidad de miocardiopatía inducida por BRI. Estos individuos pueden beneficiarse de la TRC.